domingo, 8 de agosto de 2010

me duelen tus lagrimas*


Creí que esperarte tendría su recompensa y luego vendrías a buscarme.
Creí que perdonarte haría que no volvieras a cometer los mismos errores.
Creí que amarte era un privilegio y valdría la pena soportar el dolor de tu ausencia.
Creí que la profundidad de las heridas que provocaste tú mismo las sanarías con tu ternura y tus caricias.
Creí que mi amor sería más fuerte que el rencor que por tanto daño me provocaste.
Creí que mis esperanzas se mantendrían firmes e invencibles antes el tiempo, pero mi decepción por descubrir que poco me querías fue más fuerte.
Creí que eras el amor de mi vida, creí que contigo compartiría el resto de mi vida,…
Creí que respiraba a través de tu aire cuando por casualidad te dignabas a aparecer unos instantes.
Creí que mi latido mantenía su ritmo porque tu existencia mantenía mi corazón vivo.
Creí que mi alma era feliz con tan sólo escuchar tu nombre.
Creí que me amabas, creí que nuestras vidas estarían por siempre entrelazadas, creí en ti y al hacerlo me olvide de vivir.
Creí que mis lágrimas eran sólo una lluvia cálida para aliviar el fuego de los sentimientos que por ti siento… pero hoy tarde comprendo, que si tú hubieras merecido mis lágrimas, no me habrías hecho llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario